domingo, 5 de julio de 2015

Bienvenus à l'adieux

Mi equilibro se desconcentra para empujarme a la entrada de un laberinto de muros de piedra decadentes. No hay capacidad tan alta en un malabarista para despojarme de las aristas. Dejo al viento que me desvista las emociones fundidas por el verano, de un sol quemado, de una fuente infértil, de agua no potable.

El viento se enreda en mi pelo para peinarme tu dulzura. Besos de semillas. Raíces que crecen de un árbol mustio de hoja caduca. Terreno fértil en barbecho. Crecen raíces. Pero huyo hacia la ciudad fantasma.

martes, 28 de abril de 2015



Tus pasos marchitos en ruidos sordos. Tu cuerpo dejándose arrastrar por el desierto. El cierzo despojándote de tu hogar.

Se me agarra el alma.

No hay manta que quite el frío que me traspasas. Sé que no es tu intención. Lloro más cuando tú lloras.

No estás solo. Yo no estaré el año que viene. Duele infinitamente.

Dejo Bélgica, no a las personas.

Personas.

Persona.

Mi persona.

Ven mañana. Tú no te preocupes por mí.

Dime un convincente ça va encore. Dilo. Dítelo. Ocúpate de ti, pero no me olvides.

Es un desgarro en una piel que dejó de crecer. Palabras sonámbulas que quieren despertarme en un intento imposible.

La nada no admite descripciones fiables. Mis letras no se llenan con vacío.

Resbala tu mirada verde por mis entrañas. Redescúbreme porque sabes que nazco cada día.

Piensa sólo en ti, y en mí como recurso urgente.

Lo siento.

domingo, 26 de abril de 2015

¿Por qué necesitas matar mariposas en tu terreno árido? ¿Por qué destierras las frutas en tu paraíso prohibido? Fuiste una flecha infinita, una fuente inagotable que emanaba agua pura. Pero el verano ácido la evaporó. Tu capricho por las nubes es mi hastío subterráneo, agua fría y sucia que corrompe. No soporto más el hedor de la utopía rota. Abandona mi sombra y toma conciencia de mis pasos que te despidieron. Despierta tus ojos y apaga tu instinto. Notarás las mutaciones y desearás una vuelta a la realidad que una vez encontraste. Aliméntate entonces de recuerdos mientras te consumen el fuego del arrepentimiento.