No me encuentro dentro de tu voz. Y sin embargo, me enjuago
con tus palabras. Perdiste el juego que inventaste en mis manos por respetar las reglas. Y sin embargo, me regalas todos tus premios. No eres un reflejo de mis sentidos. Y sin embargo, me
deslumbra el brillo de tu piel. No eres un espejo. Y sin embargo, puedo adentrar mi mirada
desde la última capa de tu alma. No cruzas la línea de mi suerte. Y sin embargo, tropiezo
inevitablemente con tu risa. Es imposible sucumbir al vacío de tu anhelo. Y sin
embargo, caigo a ciegas en la oscuridad de tu identidad.
Tal vez lo que te hace grande no sea
difícil de ver.