Quiero hablarte en susurros fríos para que tu alma se congele, se
petrifique y se quede grabado el momento. Fácil sería estar borrachos de amor;
ser árboles pulidos que crecen al mismo par, cuyas ramas se enlazan y no se
sueltan. Deshojarnos y envenenarnos: eso es simbiosis. Al suelo caería el color
militar, pues habría empezado la guerra entre nosotros. Fácil sería afilarnos
los labios con los dientes y dejar de respirar. Vestidos de negro, subiendo
como la espuma, trepando por donde está prohibido pasar y aplastarnos rodando
por el parqué bajo el manto de estrellas. Fácil sería que me desearas tanto
que buscaras la intimidad en las afueras de la ciudad, debajo de la madera de
la cabaña. Serías el único que no me tendría miedo cuando entregue mi ficha
personal completa, porque tú querrías igual...
Sería fácil apagar las luces cada vez que coincidiéramos. Sería fácil porque yo
sólo sé lo que tú buscas: cualquiera que te quiera lo suficiente como para
escribirte unos versos, y yo te llevo en más de quinientos. Ni tú te has dado
cuenta de lo que necesitas. Y apuesto a que me recuerdas como puntos en tu
memoria, pero no me asocias a tus deseos. Lo único que hay que hacer para que
caigas a mis pies es unas palabras de vaho: "Me gustabas". Y la
fantasía tomaría la forma del molde.
(04/01/2011)
(04/01/2011)
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